Tenemos Tecnología

La tecnología para fabricar instrumentos hace mas de veinte años era por cierto precaria y tener un buen instrumento era costosísimo por el trabajo que se tenia que invertir en la manufactura de ellos. Ahora, con las bondades de la tecnología, tener un hermoso instrumento de calidad no debe costar más de mil dolares americanos; claro está que si uno desea entrar en un estado de soberbia y suntuosidad y adquirir un instrumento "custom" o "vintage" deberá invertir por lo menos dos mil dolares. La tecnología ha abaratado la construcción de instrumentos y ha aumentado su homogeneidad y calidad en producción. Esta no es la excepción en instrumentos de jazz y cajas huecas o semihuecas. Uno de los ejemplos favoritos para esto es Hagstrom, que cesó su producción en los inicios de los años ochentas y volvió en el invierno de 2005 para impresionar al mundo.

Un modelo hermosisimo es la HJ-600, por solo aproximadamente 650usd. Una caja de jazz con dos humbuckers clasicos modelo HJ50. Los acabados en la madera de maple en el cuello y en el cuerpo son soberbios. Este instrumento tiene el clásico y sobrecogedor cabezal de Hagstrom que le da un toque de elegancia, glamour, hedonismo y poder. Tiene el original truss-rod "H", patentado por Hagstrom que hace que el cuello sea sólido y rígido lo cual permite que la acción del instrumento sea baja y le proporciona una sensación de facilidad de ejecución y rapidez, invención por la cual Hagstrom reclama el título de tener el cuello más rápido del Mundo.

Cuerpo Chico, Infierno Grande

Escuchaba una estacion de radio bien chidita, blugrasscountry.org, y me volvio la nostalgia de los interminables campos de papa y alfalfa, el calor de las plantas respirando, el tumbleweed y las enormes montañas junto a los vastos valles. La música campirana, bluegrass, folk y lo mas moderno como el country son el pan de todos los días. Recuerdo a los viejitos en los porches de su casa tocando el banjo y la mandolina al ver el Sol ocultarse detras de la riviera del Snake River y sobre todo extraño a mi amigo Heavy Duty.

Los mejores sonidos de esta tierra salen de las guitarras Dreadnought de cuerpos enormes (como mi guitarra, para aquellos quien tienen el gusto de conocerla). Además hay otras que son para tocar el lead. Son generalmente conocidas como guitarras de cuerpo chico, o tamaño 00, nomenclatura que dio Gibson originalmente a estos instrumentos.

La que aqui presento es una Epiphone EL-00 que recuerda la forma de antiquisimos instrumentos de hace mas de un siglo. Robert Johnson, un legendario y místico guitarrista de blues tocaba un instrumento similar. Este hermoso instrumento es una maravilla por si mismo y puede entregar brillantes agudos y bajos redondos a pesar de su pequeño cuerpo, un infierno de sonido, y portabilidad especial para esos viajecillos a Boston, NL.

Por Qué El Perro Come Carne y Yo No?

La pregunta del siglo. Por qué el perro come carne y yo no? Por qué no me voy de vacaciones a Dubayy con la Golondra? Por qué no puedo correr por las paredes como el Principe de Persia? Por qué los guitarristas pueden tener una bonita Les Paul Gibson de caoba y los bajistas no? La respuesta a estas y otras preguntas es la misma, porque estoy jodido. Pero al menos una ya está solucionada y todo esto gracias a la noble gente de Gibson, que nuevamente, se han preocupado por dar a sus clientes amantes de las cuatro cuerdas bajos por demás conmovedores. El Bajo Les Paul de Gibson tiene la forma de su hermana guitarra, pero con una escala de 34in, y un cuerpo de caoba con cámaras de sonido (el cuerpo esta parcialmente hueco), para hacer el instrumento más ligero y darle resonancia. Espero poder pronto tener uno de estos e irme de vacaciones con la Golondra a Dubayy y tener una aventura en los Emiratos Árabes como el Principe de Persia, correr por las paredes y comer carne como el perro.

Rolamaster

Grande fue la era en la que la Fender Jaguar rugió en los escenarios a manos de el difunto Kurt Cobain y durante otras eras siendo ejecutada por Bush, Blur y otros muchos más. El instrumento además de su calidad y facilidad de ejecución debido a su por demás corta escala de 24in (una Gibson Les Paul tiene una escala de 24.75in mientras que una Strat tiene una escala de 25.5in, usualmente un bajo tiene una escala de 34in) lo cuál le da una sensación de mayor solotura y rapidez, tiene la particularidad de ser un diseño totalmente diferente a las Strats y Teles. La contraparte barata de Fender, Squier, produce un instrumento similar a las Jaguar y Jazzmaster, la muy chidita Jagmaster (supongo que esto es una contracción de Jaguar y Jazzmaster). Este instrumento tiene la misma escala de 24in. Un cuerpo similar al de sus antecesores (de hecho el cuerpo es mas parecido al de la Jazzmaster y el cabezal al de la Jaguar). Pastillas Humbucking Duncan Designed, y dos acabados especiales. La sencillez del instrumento es acogedora y existe, por lo visto, un culto a la Jagmaster ($250usd), gente que prefiere estas hermosuras por sobre la Jaguar ($1500usd) misma.

Especialidad De La Casa

Cuando se busca calidad en un instrumento muchas veces el precio que se paga no es reflejo de esta característica aunque por regla general se sabe que el precio de un producto esta relacionado en forma directamente proporcional con su calidad. Pero este no siempre es el caso. Siendo fanático de los instrumentos y al encontrarme en las condiciones precarias de un estudiante gusto de buscar guitarras que proporcionen calidad sonora, precisión de ejecución y resistencia en su construcción y acabado sin necesidad de que te saquen un ojo al estilo Pai Mei. Con años de experiencia esta tarea se vuelve sencilla y al ir a la tienda de instrumentos se pueden identificar facilmente si un instrumento esta bien construido o no, sin tener que siquiera posar los dedos sobre él.

Este fue el caso de mi preciosa y ya hace tiempo desaparecida Epiphone Special II. En acabado color vino translucido y herrajes y maquinarias negras esta hermosura era una obra de simple y puro rock. Un cuello sólido y pastillas decentes. Tenía entonación casi perfecta y aunque no se mantenía afinada por mucho tiempo ese problema se hubiera corregido facilmente al cambiar las maquinarias por Grover Tuners. Cuando vendí mi Squier Affinity Strat en sunburst me senti confundido, cuando vendí la Ibanez GAX-70 en color ambar me sentí aliviado. Cuando vendí mi Epi Special II me sentí destrozado. Es un vacío que solo la Golondra puede llenar.